El lunes pasado, al final de su show en Las Vegas, Nevada, el cantante de 49 años se llevó una tremenda sorpresa cuando ya se estaba despidiendo de su público.
Luis Miguel encontró un brasier en el escenario y con una sonrisa en el rostro lo levantó y preguntó a los presentes, “¿De quién es?”.
Luis Miguel observó a detalle la prenda íntima y como nadie la reclamó se la dio a una persona de su equipo de trabajo.