Isaiah Tuckett es un niño de Minnesota, Estados Unidos, de 14 años que desde muy pequeño había querido conocer Disney World, pero sus padres por problemas económicos no habían podido complacer.

“Teníamos muchos problemas financieros y simplemente no podíamos costearlo”, señaló su padre Dan Tuckett al programa Kare11.

Contrario a muchos niños, Isaiah no se molestó, más bien todo lo contrario, decidió tomar el ejemplo de sus padres trabajadores para arrancar su propio negocio y lograr lo que tanto quería.

Así comenzó a hornear pastelillos, fue aprendiendo y mejorándolos hasta que fueran realmente buenos.

Al dominar la técnica los vendía a $20 la docena, así poco a poco en una tarea lenta pero segura, fue reuniendo para los boletos de avión, el hotel, y por supuesto, para las entradas a Disney World.

No pensó solo en él, se llevó a su hermano, hermana, hermanita, papá y mamá.

Llegó a hornear para fiestas de cumpleaños, graduaciones, reuniones y distintos eventos, las ordenes grandes fueron de mucha ayuda para hacer todo en un año.

Hubo un fin de semana que hizo hasta 750 cupcakes.